Es muy común para las parejas del ambiente vivir experiencias en las cuales el ser swingers dentro de un mundo terrenal nos hace sentir como si tuviéramos un super poder, nos gustaría compartir un poco sobre esta sensación.
La identidad secreta
Una preocupación compartida entre las parejas es la privacidad, nadie quiere que su familia, sus amigos terrenales o los compañeros de trabajo se enteren que es swinger (aunque a veces sea tentador intentar reclutar entre los amigos). La gran mayoría de las parejas usamos nombres falsos en el ambiente, el anonimato es nuestra primer linea de defensa y nos da paz mental
Que tan estricto sea el mantener el anonimato depende de cada quien, muchas parejas comparten su nombre real al conocerse en persona, otras nunca dejan de usar su nombre falso dentro del ambiente y nunca llegamos a saber su nombre real aunque llevemos años de conocernos.
Existen muchas preferencias sobre como elegir el nombre swinger, una práctica muy común es que aquellos que tienen dos nombres usen su segundo nombre, lo cual tiene muchas ventajas. Otros toman nombres de artistas, amigos, conocidos o sencillamente nombres que les parecen sexys por alguna razón. Claro, siempre hay parejas que utilizan su nombre de verdad y punto.
La complicidad y la relación en pareja
Siempre me ha gustado pensar que entre las parejas del ambiente la relación se transforma, nos hacemos más que pareja, más que amigos, nos hacemos cómplices. Y el ser cómplices cambia todo, uno puede hablar de cualquier tema con su pareja sin temor de ser censurado, nos volvemos expertos en sus gustos y sus preferencias para elegir parejas afines, nuestro goce del sexo se multiplica viendo a nuestra pareja disfrutar y por supuesto se nos antoja mucho más tener sexo entre nosotros cotidianamente, es decir, toda la dinámica de la relación cambia, se intensifica y esto se nota en el día a día.
En nuestro caso, nos hemos acostumbrado a que nuestros familiares y nuestros amigos terrenales nos hagan el comentario de que tenemos una relación "muy bonita". Ven que nos besamos, que vamos tomados de la mano y que preferimos estar juntos siempre, aunque sea una de "esas" reuniones terrenales de los hombres en un lado y las mujeres en otro. Hace poco, una pareja de amigos terrenales que se dedican a dar platicas matrimoniales en su grupo de la iglesia nos comentaron que casi nunca veían una relación como la nuestra, que cual era el secreto? Me tuve que morder la lengua, sonreír y pensar para mi "Quisiera compartirlo pero es nuestro super poder secreto".
Compartiendo pecados con amigos terrenales
Me gustaría decirlo de otra forma, pero desde mis ojos en modo swinger el concepto de pecado y de libertad de mis amigos terrenales pasa de lo ingenuo a lo estúpido y patético.
Desde platicas "indecentes" sobre mujeres guapas pasando a las visitas a los table dance la experiencia se siente hueca, falsa, incompleta. Prefiero los comentarios de mejor gusto de Laura sobre las mujeres buenas que nos topamos y que nunca me deja ignorar.
Hace poco en una carne asada terrenal, un domingo después de una fiesta swinger en extremo divertida, mis amigos me hicieron el comentario de que la noche anterior mientras yo estaba "de mandilón" en una fiesta con mi esposa ellos habían estado en un bar y que las chicas de a lado estaban "buenisimas", que me lo había perdido. Como compartirles que mientras ellos estaban en el bar yo estaba en medio de una orgía con mujeres hermosas, incluyendo a Laura, en una sensación de libertad que no puedo ni empezar a explicar. Me imagino que así se sentiría super man como Clark Kent cuando en una fiesta alguien presume que es bueno para levantar pesas, ni por donde empezar a comparar.
La infidelidad es el otro gran tema, me preocupa cuando veo un caso entre mis amigos terrenales porque a mi parecer la sociedad nos ha adoctrinado para relacionar de forma tajante el sexo y el amor, resulta fácil y peligroso que una persona se confunda, crea que por tener sexo tiene una obligación romántica con una persona que no es su pareja y ponga en un riesgo real su relación.
Por supuesto no hay solución mágica y existen swingers que ademas son infieles en forma ajena al ambiente, pero me atrevo a decir que los casos son muy pocos y aislados.
Es por todo que me gusta pensar que ser swinger es como tener un super poder, uno que a veces nos gustaría compartir con el mundo pero que tenemos que conservar en secreto por nuestro propio bien.
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